jueves, 15 de mayo de 2014

Adagio

Atentos, señoras y señores, en unos segundos…la eternidad, dice el jefe de pista mientras el trapecista ultima los detalles de su intervención.

En la oscuridad de la carpa, una luz amarilla lo inscribe en el centro de un círculo dorado.

Y ahí viene; cuádruple salto mortal sincopado, doble tirabuzón invertido en Re menor y adagio final, por los siglos de los siglos.


Hasta el payaso se ha quedado sin sonrisa.