Anoche navegué en la laguna,
la Luna me acompañaba,
conversé un momento con ella,
en azul me contestaba.
El frío paisaje nocturno
a cada instante cambiaba,
Magritte ponía sus cuadros
donde mi vista descansaba.
Silencio de hielo en el aire,
quietud tibia de agua adormilada,
sombras de cisnes deambulan errantes,
las estrellas me piden una mirada.
Y el Sol, oculto por la noche, pregunta:
por qué surco el agua calmada,
respondo: que busco refugio permanente
a mi alma triste y desolada.
Jeimy Muñoz Vergara
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